La labor de San Agustín


A menudo predicaba cinco días seguidos, a veces dos veces al día, y lo ponía como objeto de su predicación, para que todos vivieran con él, y él con todos, en Cristo. Dondequiera que fuera en África, se le rogaba que predicara la palabra de salvación.3 Administraba fielmente los asuntos externos relacionados con su cargo, aunque encontraba su mayor deleite en la contemplación.